sábado, 29 de marzo de 2014

TELEVISIÓN Y DOCTRINA

Uno de los fenómenos más preocupantes que percibimos en la actualidad es la insistencia en informaciones de contenido negativo. Este hecho no se debe única y exclusivamente al carácter morboso y sensacionalista de la prensa. También hay detrás una clara intención económica y política.

La periodista Naomi Klein lo define muy claramente en su libro “La doctrina del shock“, donde expone la tesis de que el capitalismo sabe aprovechar las crisis para reforzarse a sí mismo. De hecho, cada catástrofe económica o humanitaria supone una coartada perfecta para adoptar medidas traumáticas sobre la población, que las acepta porque se transmite el mensaje de “no hay otra salida”. Esta crisis económica es un claro ejemplo de ello. El mensaje de “no hay otra salida” significa también que “no hay otra economía que la nuestra“, “no hay otra forma de acceder al conocimiento que la nuestra”, o “no hay otra forma de medicina que la nuestra”. No hay, en suma, alternativas. Este es el corolario de esta información negativa y uniformizadora que transmiten los medios de comunicación convencionales.

El mensaje de “no hay otra salida” significa también que “no hay otra economía que la nuestra“, “no hay otra forma de acceder al conocimiento que la nuestra”, o “no hay otra forma de medicina que la nuestra”. No hay, en suma, alternativas. Este es el corolario de esta información negativa y uniformizadora que transmiten los medios de comunicación convencionales.
http://disenosocial.org/noticias-positiva




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