Hubo un
noviembre jade de lirios negros
tenía
preparado el arsenal,
el
polvorín rodante lleno de víveres y mapas del tesoro
las
municiones a punto, los suministros frescos,
sin
tiros errados
el
manual de supervivencia a mano
esta
vez sin fallos,
todo
listo para la contienda
agazapados
en alerta
para un posible ataque zombi...
en alerta
para un posible ataque zombi...
Pero
no, otra vez fuimos nosotros
quienes
atacamos las negruras hasta adentrarnos en ellas.
Me
dejaste sin las armas
te llevaste
municiones y futuras contiendas
esta
vez ya sin volver
sin
interferir
quise
verte resistir,
otra
vez desolación.
Y ahora el pasado cruza lento el comedor caminando
ahora
lo veo como quien no vive aquí
el
polvo sigue abarrotando la casa a solas
ya no me
importa
mi boca
escupe tus restos cada día
en este planeta congelado ya no vive nadie, no estás
(sólo en mi memoria)
Me tapo
los oídos, no quiero oírlo
me tapo
los ojos, no quiero verlo
escondo
las manos, no quiero tocarlo
incluso
mi nariz no quiere ya ni olerlo
porque
ahora huele a azufre
porque
escuece recordarlo
porque
ya me arden los ojos
te veo
entre las sombras y caminas,
eres
una de ellas sin atisbo de luz sin esperanza,
sin
alegría injustificada
y es
que en cada encuentro fui partiendo una parte de mí
que tú
nunca tomaste ni siquiera para llevar
como
recuerdo
y ahora
estoy hecha de retales que arrojaste
en tu
desprecio
y no
los reconozco, no son ya los míos
(sólo en mi memoria)
son
extraños que viven en mi cuerpo
aunque
ya no me resisto, siempre vienen conmigo,
los
arrullan los cantos de los cuervos
que
gritan a sus hijos que se vayan
para
permanecer siempre a mi lado.
(sólo en mi memoria)
Fui
invisible, fui archivada
en un
lienzo que nunca fue colgado
de
ninguna pared... me duelen
los
óvulos marchitos infecundos, que de ti
no han
procreado.
Igual
que desaprendo, descamino lo andado
regurgito
el laberinto de este nudo que ni siquiera tiene cabos
cataclismo
de alaridos del infierno
ya sólo
es cuestión de vísceras
son
ahora ellas las que mandan
pensé que
podría creí
que
seguiría
pero
sólo nombrarte ellas se levantan
la garganta vana
confluye en términos acuosos,
lo
destapono, no doy abasto
no supe
distinguir no tuve cuidado
todo lo
que admiraba se desvanecía
ese
personaje en quien creí, asesinó al humano,
se
convirtió ya no reconozco
(sólo en mi memoria)
nada
porque ese era el objetivo
aquí lo
tienes aquí está tu nada.
increíblemente desgarrador...creas unas imágenes fascinantes
ResponderEliminarDe un desgarro en el alma pueden surgir imágenes impactantes.
ResponderEliminarBesos hermosa,