jueves, 16 de enero de 2014


"ODIAMORAMIENTO" Y OTRAS FORMAS DE PERVERSIÓN (1)

La violencia puertas adentro

La violencia de género no sólo es una cuestión de malos tratos físicos, es más, hay otras corrientes igualmente dañinas pero mucho más peligrosas por lo difícil que resulta detectarlas, tanto a  las víctimas que la padecen, como a su entorno más cercano.
El/la perverso/a narcisista manipulador/a no sólo no es un maltratador físico, sino que se encarga de dejar siempre muy claro su condena al maltratador “tradicional”, al que lamentablemente estamos ya tan acostumbrados.


Pueden no ser verdades absolutas en todos los casos, pero son orientativas

...Un individuo narcisista impone su dominio para retener al otro, pero también teme que el otro se le aproxime demasiado y lo invada. Pretende, por tanto, mantener al otro en una relación de dependencia, o incluso de propiedad, para demostrarse a sí mismo su omnipotencia...

…Dado que un perverso da muy poco y pide mucho, se pone en marcha un chantaje implícito o, al menos, una duda: «Si me muestro más dócil, terminará por apreciarme o amarme». Este camino no conduce a ninguna parte, pues no hay manera de colmar al perverso narcisista...

…El dominio lo establece un individuo narcisista que pretende paralizar a su pareja colocándola en una posición de confusión y de incertidumbre. Esto le libra de comprometerse en una relación que le da miedo. Por medio de este proceso, mantiene a su pareja a distancia, dentro de unos límites que no le parecen peligrosos...

…La estrategia perversa no aspira a destruir al otro inmediatamente; prefiere someterlo poco a poco y mantenerlo a disposición. Lo importante es conservar el poder y controlar. Al principio, las maniobras son anodinas, pero si la víctima se resiste, se vuelven cada vez más violentas. Si la víctima es demasiado dócil, el juego no resulta excitante. Tiene que ofrecer una resistencia suficiente para que al perverso le apetezca prolongar la relación, pero la resistencia no puede ser tampoco excesiva, porque entonces se sentiría amenazado. El perverso tiene que poder controlar el juego…

…La víctima no llega a darse cuenta de que la están forzando. Se halla como atrapada en una tela de araña, atada psicológicamente, anestesiada y a merced del que la domina, sin tenerlo muy presente…

…Al bloquear la comunicación mediante mensajes paradójicos, el perverso narcisista consigue que su víctima no entienda su propia situación y logra impedir que ésta pueda proporcionar respuestas adecuadas. La víctima se ahoga, se agota buscando soluciones, las cuales son de todas formas inadecuadas y, sea cual fuere su resistencia, es incapaz de evitar la emergencia de la angustia o de la depresión…

… No se trata tampoco de esa alternancia de amor y de odio a la que Lacan llamaba
«odiamoramiento», pues el perverso no ha sentido nunca amor en el sentido real del término… 

…El perverso no renunciará a ese odio ni siquiera con el paso del tiempo. Para él, no cabe otra posibilidad —«¡Esto es así!»—, por mucho que para el resto de la gente los motivos de su odio no tengan ningún fundamento…

2 comentarios:

  1. Madre mía...eso ocurre cada dos por tres.
    Lo que no entiendo es: si no se va a llegar a amar realmente, ¿qué encanto tiene mantener a la persona (víctima) insatisfecha y agonizando en su sentimiento?

    En fin.
    Un besito, guapa <3

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  2. Efectivamente es alarmantemente frecuente, y creo que no se le presta la suficiente atención a un asunto que me parece tan grave como los malos tratos físicos.
    Que no lo entiendas indica que eres una persona sana mentalmente. Estamos hablando de personalidades perversas, es decir, que disfrutan con el dominio y la agonía de sus "amantes".
    Habrá algún post más al respecto, por si pudiera aportar algún tipo de concienciación y/o ayuda al respecto.


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